A partir del siglo XXI, la necesidad de cumplir las fantasías que distintos cineastas nos han propuesto en películas, ha copado de manera tangible el afán por desarrollar tecnologías de nivel superior que nos permitan controlar desde un solo dispositivo, al alcance de nuestras manos, absolutamente todo lo que nos rodea.
Soñamos con llegar a casa y encender la luz de un chasquido, prender la televisión o el equipo de sonido y sintonizar nuestro canal o artista favorito con solo pronunciar una palabra, evitando desplazarnos innecesariamente hasta ese interruptor que permite sentirnos en casa. La vida de lo "fácil" reclama a gritos soluciones para disfrutar nuestro día a día.
